Y los sonidos se hicieron colores
El artista aragonés Joaquín Ferrer Guallar expone en la galería Sharon Art
02/05/2009 Marcelino Cuevas
Para penetrar en el sugestivo mundo pictórico del artista aragonés Joaquín Ferrer Guallar, hay que dejarse seducir antes por la música.
Cualquier tipo de música le vale al pintor para inventarse unas maravillosas geografías visuales en las que las notas se convierten en colores, en las que el ritmo se transforma en líneas que crean complicadas arquitecturas.
Sus músicos preferidos son los cantautores españoles de los años setenta del pasado siglo, el jazz, los grandes compositores del romanticismo y, especialmente, Luis Eduardo Aute, al que está dedicada la serie más importante de la exposición que estos días puede verse en la galería Sharon Art.
Los críticos han encontrado en sus obras referencias a Klee, a Miró o a Vasarely. La geometría y la abstracción se complementan y ayudan a crear un escenario en el que danzan pequeñas figuras que remiten al espectador al mundo de los sueños.
Pero, sobre todo, en la pintura de Ferrer Guallar (Caspe, 1953) destaca su interpretación lúdica de la música. Todo en sus cuadros parece encaminado a brindarnos con cada obra un auténtico himno a la alegría.
De su trabajo comenta Luis Eduardo Aute, pintor además de cantante, «Sus frágiles geometrías, sus delicados colores, sus tramposas abstracciones, van construyendo espacios mágicos llenos de ritmos y armonías musicales. La disposición de sus iconos provoca ilusiones ópticas que se escuchan. Son representaciones escenográficas donde el artista, con la pericia del prestidigitador, compone vibraciones sonoras en dinámicos pero sutiles conflictos formales».
«Ingrávidas y gentiles como pompas de jabón», que dijera el cantautor catalán Serrat, también representado en la muestra, las figuras de Ferrer Guallar, nos trasladan a un universo henchido de optimismo, a un lugar maravilloso donde se expresan en colores y silencio todas las armonías de la música.
Comenta el artista a propósito de sus preferencias musicales, «Escucho un poco de todo. Mis inquietudes musicales me han llevado a tocar en una banda de música, y en una orquesta y he sido, también, componente de un coral. Una de mis referencias es Aute, al que conocí en Calanda, en unas jornadas musicales. Poco después coincidimos en un pueblo de Huesca, en el que él actuaba y donde en el mismo escenario pintó un cuadro. De ahí nació una amistad que hemos mantenido a lo largo del tiempo. La verdad es que es muy interesante todo lo que hace y, además, el conocimiento personal ha hecho que yo me interesará más por sus canciones».
Explica el pintor que el camino hasta llegar a estos cuadros ha sido largo, que ha tenido influencias de muchos grandes de la pintura moderna, pero que «al final me he olvidado de todo y he buscado la manera de expresar todas las emociones que me proporciona la música a través de una pintura personal. Mi obra se acerca a los enunciados de los pintores pertenecientes a la Bauhaus, pero sobre todo es el fiel reflejo de mis sentimientos».
Lugar: Sharon Art. Calle Cervantes, 10.
Horario: de lunes a viernes, de 18.30 a 21.30.