Infoenpunto ( Edición digital)  MADRID  13-01-2010
El simbolismo de Feguars en la Sala Barbasán, de la CAI

En un hipotético pentagrama de Feguars, la idealizada aparece como una sinfonía donde los signos y las formas del dimensión acontecer humano, configuran una canción de vida. Porque en su universo, tan a pie de suelo, de las gentes, convergen los tiempos, y los espacios, que las facultades mentales pueden considerar de formas tan objetivas como sujetivas. Por eso en esta pintura, presentada en la Sala Barbasán de la CAI, se aprecia una vena simbólica que trata de poner en cuestión aquello que se imagina, se siente y se goza; sin que falten los colores a una emergencia luminosa en la que el azul sideral acusa protagonismo en un arco místico que parece guardar la clave de una ecuación no resuelta.

Joaquín Ferrer Guallar, que firma su obra con el seudónimo de Feguars, es un aragonés, de Caspe, empeñado en pintar ideas y sueños, a los que pone la música de sus tonalidades cromáticas; colores limpios, de alborada tranquila, en un espacio que mide con el rigor de un arquitecto y puebla de murmullos, interrogantes, signos y figuras geométricas, junto a arquitecturas y mareas surrealistas, cuando plasma trabajos como el «Mar de Aragón» o el «Hospital de Santo Domingo», junto a cuadros como «Aragón», realizados con óleo sobre lienzo. Obras todas ellas, donde, como escribe José Morata Moya, «se percibe una rotundidad plena en las formas, dentro de un estilo y un lenguaje plástico, personal y basado en sus profundos conocimientos sobre los factores expresivos de la Abstracción Geométrica, aplicada a unas formas que rítmicamente se relacionan entre sí por medios de planos estructurados en perfecto equilibrio, y donde las claves de cada tema son perfectamente identificables”

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